jueves, 30 de junio de 2011

Diario de un enfermo X


Allí te despiertas totalmente de la anestesia, y empiezas a probar las funciones que dijeron podrían verse afectadas, hablas aunque sin formar mucho la voz, pruebas de tragar aunque sin nada que tragar.

En esa sala pasé unas horas, perdido mirando al techo, bueno entró mi madre a verme aunque no pudimos hablar mucho, bueno casi nada ya que se había dejado el sonotone y yo no podía gritar, con lo cual, fue una conversación un poco complicada.

Tampoco se quedó mucho tiempo conmigo, ya que dijo que la bata que le habían puesto de plástico le daba mucho calor, entonces me volví a quedar dolo, mirando al techo, con miedo a hablar y a mover la cabeza.

Entonces pasó mi prima a verme, trabaja en el hospital por lo que no tuvo ningún problema para entrar y charlar un rato.

Por fin, me subieron arriba, donde quedaba prepararme para pasar la noche ya que me habían dicho que debía dormir boca arriba y sin almohada y yo siempre duermo de lado con dos almohadas.

Luego me preocupaban las posibles molestias, las heridas aunque me porté bien ya que no me moví de la cama a pesar de tener permiso del médico.

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