lunes, 20 de junio de 2011

Diario de un enfermo III


Bueno, todo no se lo podía explicar así que hice un resumen de una frase (¡Que poder de síntesis!)

-Sí y me dijo que debía ser un problema de circulación y me mandó un análisis de sangre para el día 27 pero . . es que no puedo aguantar tanto, ya no me tengo en pie, no puedo casi moverme
-Esta bien, te voy a mandar a traumatología porque no creo que sea un problema de circulación

Me dirigí a la sala de espera, sabiendo que hoy por fin sabría que me pasa, estaba preocupado, muy preocupado, había oído de dos conocidos que les había empezado fallándoles las piernas como a mi (uno por cáncer y el otro por esclerosis múltiple) y ahora están criando malvas, ninguna de esas dos opciones me hacía gracia plantearme, por no comentar que con en este proceso me veía abocado a una silla de ruedas pero hoy seria el día que saldría de dudas.

Al rato me llamaron y entré en la puerta B despacho 2 donde reinicié la misma conversación una doctora


Con una diferencia:

-¿Consumes alcohol?
-Sí
-¿Cuanto?
-Depende del día
-Pero bueno, ¿Lo que consumes de siempre?
-Sí

Entonces hizo un rallado y tachó el alcohol de la lista.


Después me tumbó en una camilla y con un simpático martillo de goma se dedicó a comprobar mis reflejos atizándome donde más rampa te puede dar.

Después de un buen examen, me preguntó:

-¿Te lo has hecho encima alguna vez?

Cuando me hizo esa pregunta supe que ya sabía lo que yo tenia, debo reconocer que de todo lo que me pasaba últimamente quizás era lo que menos había relacionado con la enfermedad por eso no lo iba explicando a todos los médicos con los que había hablado, bueno y por razones obvias.

-No, pero cuando me vienen las ganas tengo que ir pero ya mismo – Con esta mentira elegante me evitaba rememorar historias que prefiero no recordar ni mucho menos comentar

“Y además le cuesta mucho correrse” pensé que saltaría mi chica dispuesta siempre a saltar cuando yo olvidaba cualquier detalle y sin pudor para hablar de esos temas

-Entonces, esto no es cosa mía, debo mandarte al neurólogo, sal fuera y ya te avisaran

No hay comentarios:

Publicar un comentario