sábado, 23 de noviembre de 2013

Princesa



Entre la cirrosis y la sobredosis andas siempre, muñeca.
Con aquella camisa y, en lugar de sonrisa, una especie de mueca.
¿cómo no imaginarte, Cómo no recordarte, hace apenas unos años?
Cuando eras la princesa de la boca de fresa,
Cuando tenías aún esa forma de hacerme daño.
Ahora es demasiado tarde, princesa.
Búscate otro perro que te ladre, princesa.
Maldito sea el gurú que levantó entre tú y yo un silencio oscuro,
Del que ya sólo sales para decirme, vale,
"Déjame veinte euros".
Ya no te tengo miedo nena, pero no puedo seguirte en tu viaje.
Cúantas veces hubiera dado la vida entera
 porque tú me pidieras llevarte el equipaje.
Ahora es demasiado tarde, princesa...
Tú que sembraste en todas las islas de la moda las flores de tu gracia,
¿cómo no ibas a verte envuelta en una muerte con asalto a farmacia?
¿con qué ley condenarte si somos juez y parte todos de tus andanzas?
Sigue con tus movidas, pero no pidas que me pase la vida
Pagándote fianzas.
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa

Postdata: Se me olvidaba pedir perdón a Joaquin Sabina por destrozar su hermosa canción

sábado, 15 de junio de 2013

Penélope


El otro día tuve un sueño.
Soñé que era un ave fénix que volaba por encima de un bosque, me dirigía a un pueblo perdido en las montañas donde vive una amiga mía. Penélope es una chica bajita y morena a que conozco desde que era una niña. Recuerdo que todavía iba al instituto cuando su profesor de matemáticas enfermó. Entonces vino a dar clases Iker, un profesor sustituto y ella se enamoró perdidamente de él como se enamoran las adolescentes de algún profesor o de su monitor de esgrima.
Cuando llegó el mes de abril su profesor se recuperó y por lo tanto el profesor sustituto tuvo que marcharse pero antes de marchar le juró que volvería para el próximo curso.
-Volveré antes que de los sauces caigan las hojas.
Ella se pasó el verano sentada en un banco del andén, con un bolso de piel marrón y unos zapatos de tacón abanicándose con su abanico.

Pasó el verano y el profesor no volvió pero ella siguió esperándolo durante años. Volví a pasar otra vez por aquel pueblo años más tarde y me la encontré sentada en aquel banco del andén mirando los trenes que pasaban. Allí seguía ella.
Hoy es un día especial, sé que su amor viaja en el próximo tren y por eso vuelo rápido para llegar antes y poder contemplar el encuentro.
Llego a la estación y me poso en el banco a su lado. Todo el mundo se me queda mirando, un ave fénix no es una cosa que se vea todos los días, pero ella apenas me hace caso.
-Hola Fénix ¿Cómo tú por aquí?
Me saluda pero sus ojos están atentos a la vía pues un tren silba en la lejanía. Yo la miro, ya es una mujer, su cuerpo es de mujer pero en su alma sigue siendo aquella niña enamorada del instituto, como si su reloj se hubiera parado aquella tarde de primavera.
Para el tren y se baja gente que para ella son sólo muñecos que pasan por delante de ella como actores secundarios de una película. Entonces se baja él y se acerca hasta ella.
-Hola, amor mío, ya he llegado.
Ella lo observa, no es como lo recuerda, está más gordo y tiene más frente, su pelo antes negro azabache ahora es gris. No coincide con la imagen de su memoria, no es el hombre con quién lleva soñando todos estos años.
-Perdón, se equivoca
-Pero Penélope si soy yo
-Por favor, déjeme, estoy esperando a alguien.
Iker toma aire.
-Penélope, he venido a buscarte pero debo volver ¿Te subirás conmigo al tren?
-No, debo quedarme aquí esperando.
Iker se sube al tren decepcionado y la observa desde la puerta, esperando que cambie de opinión y se suba corriendo al tren. Entonces se gira y me pregunta.
-¿De verdad era él?
Yo niego con la cabeza.
-Siempre tendemos a idealizar a nuestro amor y tú lo has idealizado durante tantos años que tu amor ya no es Iker.
-¿Y qué puedo hacer?
-Saluda y dile adiós
-Pero entonces ¿Dejo escapar a mi gran amor?
-Sí, Iker fue tu primer amor y siempre estará en un rincón de tu corazón pero debes dejarlo marchar en el tren y decirle adiós
-¿Y qué pasará después?
-Muy fácil, que vendrá tu segundo amor.

Posdata: Quiero pedir disculpas a Juan Manuel Serrat por destrozar su preciosa canción de esta manera.



viernes, 10 de mayo de 2013

Mejor amigo




El otro día mi novia se puso a llorar porque su mejor amiga se iba a pasar el verano a Ibiza. Dice que la va echar de menos aunque podrán
hablar a diario por el wapsap o podrá saber de ella por el facebook.

A mí nunca me ha gustado la etiqueta de "Mejor amigo" porque es como si despreciaras a los demás. Tampoco es una etiqueta de me guste cambiarla de uno a otro como puedan hacer en una empresa con el empleado del mes.

Además, pienso que un buen amigo lo sigue siendo aunque te pases años sin verlo. Sé de lo que hablo, más de uno me lo ha demostrado. Aunque una vez sí puse esa etiqueta a un buen amigo con el que compartí muchas cosas, muchas experiencias.

Por eso me acordé de él cuando mi novia se puso a llorar y sentí un vacío porque yo sí hace años que no sé de él.
Se fue hace ya muchos años con una novia hippie que tenía entonces, se fue a vivir lejos, muy lejos. Dicen que porque tenía ganas de cambiar de vida aunque es posible que tuviera algo que ver el hecho que debiera pasta a gente a la que no le gusta que les deban pasta. Quizás por eso nunca ha intentado ponerse en contacto ni conmigo ni con nadie.

En los últimos años sé más bien poco de que ha sido de su vida y lo que sé, no se puede contar porque está bastante fuera de la ley.

Por eso cuando alguien me pregunta por él, siempre digo que no sé nada porque nunca sé a oídos de quién pueda llegar.

Su abuelo estaba convencido de que se moriría sin volverlo a ver. Yo, ahora con edad suficiente para ser abuelo creo que también pero que me nos encontraremos en el infierno (¿Los ateos podemos creer en el infierno?) y mientras nos asemos durante toda la eternidad comentaremos como nos ha tratado la vida. Como le fue con aquella hippie (Sé que mal) o como me fue a mí con aquella punkie (También mal). Cuantas más pasaron por nuestros corazones y tantas cosas más.

jueves, 9 de mayo de 2013

Fa vint any que tinc vint anys




Pensaba que llevaba veinte años teniendo veinte años pero ya no tengo fuerza y siento mi alma muerta. Hace tiempo que no siento hervir mi sangre ni me capaz de cantar si otro canta.
No quiero alzar la voz por la tempestad que esta cayendo, no porque un ruiseñor venga a cantar.

No quiero cantar al amor, ni al primero ni al ultimo, aunque te haga sufrir, aunque un día lo vivas no vale la pena.

Postdata: Quiero pedir disculpas a Serrat por destrozar su canción de la manera que lo he hecho