Otro mundo, así estaba yo intentando adaptarme a mi nueva vida, el jueves llamé a un amigo mío de Zaragoza, lo conocía porque venia a veranear a La Pineda todos los años, de hecho en una ocasión estuvimos durmiendo en su casa para las fiestas del Pilar.
Estuvimos tomando algo juntos en el Infierno’s, un pub heavy, me fui con tiempo para llegar al cuartel pero me equivoqué de carretera y se me hacía tarde, por fin la encontré pero iba justo de tiempo, tenia miedo de llegar tarde el primer día que salía, de repente en una curva me salí, había un parking de gravilla por lo que no vi ni valla ni nada, clavé freno pero el coche patinaba en la gravilla, al final del parking había una valla y yo pensé:
“Que ostia me voy a dar contra la valla”
Pero no, la valla era muy endeble y yo creo que se apartó al verme venir, entonces me vi saltando al vacío.
El coche pegó con el morro contra el suelo y después se quedó panza arriba, yo me encontré sentado en el techo del coche cubierto de sangre, salí gateando por el hueco de la luna delantera y llegué a la carretera pero los coches pasaban de largo al verme lleno de sangre, decidí acercarme a una casa y toqué el timbre, me abrió un señor mayor que, por la cara que puso, se debió acordar del thirller de Michael Jackson al verme.
Me dejó llamar al cuartel y me dijeron que enviarían una ambulancia, al rato llegó una patrulla de la guardia civil.
-Tranquilo chaval que no es nada, no te preocupes que la sangre es muy escandalosa, voy a ver como esta el coche.
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