miércoles, 6 de mayo de 2009

Cuernos


El otro día iba con una amiga, conducía yo, aunque era su coche, estábamos en medio de Barcelona en un atasco (casualidad porque en Barcelona nunca hay atascos) cuando, de repente sonó el teléfono a través del manos libres del coche, ella miró quien era y dudó durante unos segundos como resolver la situación, finalmente me dijo:
 -Ahora no digas nada que es mi marido
Y contestó, a través de los altavoces se oyó una voz masculina amable y cariñosa, nada que ver con el ogro borde y sieso que ella siempre me había descrito, yo pensé en ser malo, en toser, una simple tos fuera de lugar que habría necesitado muchas explicaciones por su parte pero no, me quedé mudo escuchando la voz de esa persona a la que espero no conocer, pero con la que comparto tanto, analizando su voz, un poco ronca, señal de que es fumador, acento de pagés, de pueblo como se diría.
Yo, en mi vida no me había sentido tan fuera de lugar, ahí, parado en medio del atasco escuchando su conversación de pareja, la típica conversación banal yo, seguía con ganas de ser malo, pensé en pasear mi mano por debajo de su ombligo . . . para ver si se ponía nerviosa y la voz se le entrecortaba, pero seguí mudo y quieto, esperando que los coches me dejaran avanzar, y mientras pensaba si la facilidad para la mentira de las mujeres es innata o adquirida, pensando quien era más malo si yo por coger lo que no es mío y ella por ofrecérmelo.

3 comentarios:

  1. ¿que tal? viejo amigo, me alegro que te apuntes a mi bloc aunque no compartamos la opinión, supongo que por eso me gusta discutir contigo

    ResponderEliminar
  2. ¡Perdona! no se puede generalizar, hay mujeres mentirosa...y no mentirosas. Depende de como sea la mujer....Saludosss

    ResponderEliminar
  3. la mentira utilizada sin causar daño es mentira piadosa, casi no es mentira si la paloma vuelve a su nido y entrega todo su amor a su verdadero palomo, sexo es sexo, amor es amor, ese es diferencial, mentirijillas piadosas

    ResponderEliminar