“Ni subido a una escalera conseguiría besarte, tú eres la estrella de esta película y yo el chico de los recados” pienso mientras le llevo el café como me ha pedido: corto y con dos sacarinas, entonces llego donde está ella, que ni siquiera repara en mi presencia.
Yo, le dejo el café en la mesita mientras ella repite una y otra vez su dialogo, pero no me atrevo a interrumpirla: ¿Qué le voy a decir?, ¿Qué estoy loco por ella? Sólo serviría para que se riera y me echaran.
Sin embargo, cuando ya me he ido, ella se queda mirando y dice:
“Que guapo es ese chico”.
muy de pelicula....
ResponderEliminarsaludos...
es bueno tu relato!
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