También recuerdo un canario que tenia mi madre cuando yo era pequeño, lo tuvo muchos años en una pequeña jaula.
Construimos lo que se llama un voladero, en el metió bastantes pajaritos y, también quiso meter su canario de toda la vida pero, para no causarle un trauma ya que era bastante mayor, lo dejo dentro de su jaula en el voladero pero con la puerta abierta.
Aún recuerdo el canario que no se atrevía a salir y miraba asomado a la puerta de su jaula ese enorme mundo que se aparecía ante él.
Aunque penséis que fue un rato, no, el pobre pajarito pasó así varios días, incapaz de salir de lo que había sido su hogar toda su vida y mirando perplejo como sus compañeros volaban de rama en rama pasaba las horas.
Supongo que es como el mito de la caverna de Platón, para él, la jaula era el mundo y lo de fuera. . .lo desconocido, y hace falta valor para saltar al vacío, a lo desconocido.
Construimos lo que se llama un voladero, en el metió bastantes pajaritos y, también quiso meter su canario de toda la vida pero, para no causarle un trauma ya que era bastante mayor, lo dejo dentro de su jaula en el voladero pero con la puerta abierta.
Aún recuerdo el canario que no se atrevía a salir y miraba asomado a la puerta de su jaula ese enorme mundo que se aparecía ante él.
Aunque penséis que fue un rato, no, el pobre pajarito pasó así varios días, incapaz de salir de lo que había sido su hogar toda su vida y mirando perplejo como sus compañeros volaban de rama en rama pasaba las horas.
Supongo que es como el mito de la caverna de Platón, para él, la jaula era el mundo y lo de fuera. . .lo desconocido, y hace falta valor para saltar al vacío, a lo desconocido.
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