viernes, 21 de agosto de 2009

Leonardo, descanse en paz


Esta mañana me ha tocado hacer una tarea engorrosa: enterrar en conejo, o sea la mascota, de una amiga (bueno, algo más que una amiga).

 Debido a mi trabajo me ha tocado enterrar multitud de animales de granja, mascotas, etc.
Recuerdo el ahora ya penúltimo, era un perro, bastante grande pasó un hombre por donde yo trabajaba y me pidió que se lo enterrara:

 -“Es que a mano, ¡¡¡no veas que paliza!!!”

 Yo acepté enterrárselo pero me dio rabia, a mi se me murió un San bernardo y preferí enterrarlo en casa a mano que llevármelo por ahí.

 Me gusta enterrar a las mascotas en casa y luego plantar una flor encima, preferiblemente un rosal pero una planta que recuerde en algo al animal del cual se alimenta, como si en primavera parte de su espíritu saliera en cada flor, me gusta que mis hijos se acuerden a las mascotas a las que amaron y esta me parece una manera excelente.
 Ahora la que nunca olvidaré fue el primer animal que enterré con la maquina, fue en Port Aventura, era una oveja, pasaba el pastor por al lado mío y me pidió que se la enterrara: estaba ya muy enferma, casi cadáver pero aún recuerdo el último grito que hizo al echarle la tierra encima (“beeeee”), luego se lo recriminé al pastor:
 -“Tío la podies haver matat abans”
 -“Tranquil ja esta morta, si anessim amb tantes tonteries no menjaríem ni una hamburguesa”
 Me chocó la manera de pensar pero supongo que tenía razón, de hecho la naturaleza es mucho más cruel que el propio hombre.
 ¿Qué sufrimiento tiene un ciervo cuando es abatido por una manada de lobos?

3 comentarios:

  1. siempre da pena cuando un animal que tiene uno, y además le tienes cariño, muere.
    a veces los animales son más buenos que las personas.
    un beso

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  2. Pregunto:
    ¿Alguna vez has enterrado a un ser humano???????

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  3. Enterrar no, pero desenterrar si que he desenterrado algun ser humano, un día de estos lo explico

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