Hoy es el día de Halloween, o el día de difuntos si lo preferís, bueno en realidad es el Samhain pero bueno no me gusta repetirme, ya os lo expliqué el año pasado (http://queespoeisa.blogspot.com/2009/10/halloween.html).
Pero bueno desde siempre ya sido una festividad para acordarse de aquellos que ya no están entre nosotros, siempre digo que una persona no muere completamente hasta que nos olvidamos de ella, por eso debemos mantener vivo el recuerdo, no sólo por halloween sino todo el año.
Mi madre es la pequeña de ocho hermanos y yo, el quinto de seis, eso hace que recuerde a mis abuelos siendo muy niño y ellos, muy mayores.
Vivíamos en el campo, la casa de mis abuelos estaba poco más arriba en un camino de tierra, mi abuela cuando pasaba por ahí a verlos siempre me decía:
-¿Quieres una galleta?
Y acto seguido sacaba una caja de galletas y me ofrecía una par mientras mi abuelo, sentado en el porche me preguntaba cualquier cosa, siempre estaba sentado en el porche agarrado a su bastón, allí pasaba las horas, los días y quizás los últimos años de su vida, de hecho creo que se inspiraron en él cuando pusieron la estatua de la Rambla Nova, lo cierto es que a mi, siempre que veo la estatua, me acuerdo de mi abuelo.
Justo enfrente recuerdo una balsa llena de peces a los que tirábamos migas de pan para verlos subir a comer, algunos tenían un tamaño que nos asustaba.
Ahora que lo pienso lo intento imaginar plantando en el huerto y pastoreando las cabras pero debía ser muy pequeño cuando hacía todo eso, sólo lo recuerdo, sentado en el porche viendo pasar la vida.
Ya veo querido amigo, ¡que tu también te has acordado de los tuyos! Eso te honra, ya se yo, que eres ¡un tío estupendo!
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