jueves, 21 de octubre de 2010

Historia de Phoenix VII


Así nos volvimos a mi agujero, yo me acomodé en un hueco y ella se metió en un pequeño agujero que le venia a la medida.

-Dime una cosa Phoenix, ¿Como puedes ser feliz tan sólo?
-La soledad forma parte de mi carácter
-Pero algún día querrás casarte, tener hijos
-Eso es imposible
-¿Por qué? Eres el único de tu especie
-Prácticamente, sólo estamos mi madre y mis hermanos, mi madre vive en un volcán en erupción allí espera a mi padre y allí cría a sus hijos, cuando ya tenemos edad para volar, partimos y no solemos volver a casa por las saturnales (lo que será la navidad siglos después), no sé si me entiendes.
-Pero volvéis a veces
-A veces sí, pero tampoco nos quedamos mucho tiempo, ¿Que vamos a hacer allí?
-¿Y a tu padre? ¿No lo has vuelto a ver?
-A mi padre lo veo todos los días
-Ah sí, y donde está
-En el cielo
-¿Esta muerto?
-No, mi padre es el sol que nos ilumina todos los días, en ocasiones desaparece del cielo ante la sorpresa de todos por unas horas y baja a ver a mi madre, después mi madre pone un huevo y de ese huevo saldrá un hijo, que viajará solitario por el mundo.

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