Mi vida III

Cuando salíamos de fiesta Pinel y Yo, él siempre iba buscando novia, yo en cambio no me comía el tarro por encontrar algo, pensaba que eso surgía sólo (y de hecho así fue) además tenía muy claro lo que era estar enamorado y no me conformaba con menos.

Por eso cuando alguna llamaba a la puerta de mi corazón yo le decía:
-“Mira eres una buena chica y no digo que no me gustes pero yo busco sentir algo especial que contigo no siento” .

Era un discurso estándar que dije a más de una y que tenía pensado decirle a aquella Punkie que estaba colada por mí y que mi amigo Blas intentaba que yo hiciera caso, pero la mañana de aquel 31 de Diciembre me levanté pensando:

” ¿Y porque no? ¿Qué puedes perder?” y me encontré diciéndole:

-“Y si te digo que me gustas tú”.

 Y durante el tiempo que no me fue mal, pensé que fui tonto no haber probado antes con alguna otra, que el roce hace el cariño y el amor llega. Quince años después lo dejamos, y yo me encontré viejo, gordo y abandonado.
 Lo peor de todo es que me tenia que hacer lo que nunca había hecho antes: “Buscar pareja”, encima estaba super oxidado en el tema de tratar de ligar, de entrarle a una chica.
 Me acordé de las chicas que había rechazado de joven y pensé que ojalá el destino me reencontrara para intentar enmendar mi error.

 Entonces como si un genio gracioso decidiera concederme el deseo aparecieron en el facebook dos de aquellas chicas, una de ellas fue Selene, vi su nombre en un grupo y le envié una solicitud de amistad con un mensaje: “No se si te acordaras de mi pero fuimos amigos hace mucho tiempo”, ella me contestó con un privado:
”¡Claro que me acuerdo de ti!” que fue el primer eslabón de una larga cadena en la que nos hemos contado prácticamente todo, hasta que llego un día que me escribió: -“tengo ganas de verte”
 Yo no sabía que hacer, me gustaba tener una amiga virtual tan íntima y vernos cambiaría la situación, por otro lado yo tenia como 20 años más y, 20 kilos más también, ¿Qué impresión le daría?