domingo, 1 de febrero de 2015

Crónica de una mani

Habíamos quedado en Tarragona a las doce de la noche, allí subimos y nos acomodamos en el autocar donde íbamos a pasar unas cuantas horas. Cuando pasa un cuarto de hora de las doce, pasan lista. Faltan dos personas y una que ya ha avisado que está aparcando.

Salimos con dos ausentes ¡Lastima! Otros se quedaron en tierra por culpa suya.

La gente está animada y con ganas de hablar, se habla de la organización, de como irá la mani, de asuntos internos y bueno, cada loco con su tema. 

Tras tres horas de viaje llegamos a Alfajarín. El chófer debe hacer el descanso y aprovechamos para estirar la piernas y tomar algo.

No somos los únicos. Allí coinciden los 40 autocares que partían de Cataluña y se produce una pre-manifestación. Los ánimos están por todo lo alto. 



La gente está contenta y con ganas de fiesta, como si a un concierto o a una macrofiesta se dirigieran.

Después ya, se tranquilizan los ánimos y la gente intenta dormir con mayor o menor éxito, en un asiento incomodo. Hay quien, ya está acostumbrada a estas cosas y trae un cojín para acomodarse. Otros hacen una bola con la chaqueta y van dando cabezazos de un lado a otro. 

Después de otra parada, llegamos a Madrid cuando apenas había salido el sol. Llegamos al Parque de Retiro.

Vamos con tiempo, y no hay que caminar mucho. Algunos se despiden y quedan "En la barricada a la diez". Otros van juntos a desayunar.
En Madrid no vas a pedir una butifarra amb mongetes, allí se estila el bocata de calamares o unos churros o porras con chocolate.



Paseamos por Madrid y llegamos al punto de encuentro: La iglesia de San José. 
Allí hemos quedado todos los de Cataluña.

-"Por qué nosotros hacemos una manifestación independiente"- Dije yo de broma, pero no veas como nos miraban los andaluces que pasaban.
Mientras esperábamos pasó Iñigo Errejón a saludarnos, el número dos de Podemos, decidió así premiar a los que habíamos venido de lejos a la mani.


Comienza la mani y nos colocamos en nuestro sitio, se supone que iremos en cabeza abriendo la manifestación hasta la Puerta de Sol. La calle poco a poco se va llenando, vemos como se va llenando La Cibeles.

La calle se desborda de gente, muchos con pancartas, algunas las de siempre, otras originales. La gente aplica el humor a sus reivindicaciones. Lo que queda claro tanto en la pancartas como en las consignas que dicen es que la gente está muy harta. Harta de tanto chorizo que roba con descaro. Harta de ver como se libran de la cárcel sin devolver un €. Harta de que la tomen por tonta.  

Si algo queda claro es que necesitamos un cambio.

También se ven muchas banderas, sobre todo, de Podemos y la republicana aunque se ven muchas andaluzas (El grupo que iba detrás nuestro) tantas que eché de menos que no hubieran banderas catalanas pero no es lo mismo, hubiera tenido otro sentido. Sólo vi una, una estela colgaba del mismo palo que una bandera andaluza ¿Qué querría decir con eso? Porque también vi incoherencias, como la bandera republicana con el escudo de Felipe VI (Seguro que la han comprado en un chino).

Banderas de muchos países, una bandera brasileña que llevaba una preciosa mulata (A esa no necesité preguntarle por qué la bandera brasileña), de Costa Rica, de Chile, alguna Venezolana que será la que salga en muchas televisiones y bastantes banderas cubanas con el Che. 

Incluso recuerdo alguna bandera arcoiris.



La mani tarda mucho en empezar a avanzar, la calle esta a tope. La gente va llegado por todas partes y no todos se han situado detrás de la cabeza. Todo se llena de gente y no se puede saber donde empieza la mani ni por donde pasará.  Tanto que me agobio dentro del tumulto y busco salir a un sitio donde me de el aire pero es imposible, en la aceras hay casi tanta gente como dentro. Tampoco puedo llegar a una calle adyacente porque está todo igual. 

Por suerte la mani empieza a andar y abre un poco de espacio. Consigo sentarme en una barandilla y espero a que pase mi grupo. 

Cuando empezamos a andar, la Puerta del Sol ya está a tope de gente. Eso hace que estemos muy lejos cuando empiezan los discursos. Hay un equipo de megafonía que permite oírlos pero no desde toda la calle de Alcalá.

Tampoco voy a hablar de ellos, están en Youtube, sólo diré que nos dieron las gracias por estar ahí y que con nuestra ayuda conseguirán echar a este gobierno que sólo defiende a las grandes empresas y los bancos. 

Avanzamos pero muy poco a poco. Aunque te lo tomas con resignación, y te centras en no perder a tus amigos de vista. La marea humana hace que te separes unos metros y no consigas volver a reunirte con ellos.



Sólo podimos entrar en la plaza cuando ya han acabado los discursos y la gente que la había llenado empiezaba a salir. 
Ya, sólo queda hacerse una sesión de fotos para el recuerdo. Para poder decir: "Yo estuve allí".

Porque puede que algún día la historia hable de esta manifestación como el principio del fin del gobierno de la casta, de los "hijos del franquismo". 

¿Quién sabe? Puede que algún día, un profesor de historia diga en clase que esta manifestación marcó el principio de la segunda transición que retornó por fin la soberanía al pueblo ¿Por qué no? 
Entonces un chico dirá orgullo: "Mi abuelo estuvo allí"

No hay comentarios:

Publicar un comentario