viernes, 16 de abril de 2010

lluvia

La de los días de lluvia, creo que es la peor de las tristezas, seguro que algún científico avispado buscara la manera de relacionar la alegría con la luz del sol, pero yo creo que es una reminiscencia de cuando en los días de lluvia sólo se podía esperar a la vera del fuego que dejara de llover. Y así estaba yo, mirando la lluvia a través del cristal, soñando que al salir el sol, todo volviera a ser como antes. Como si, con la luz el sol volviéramos a aquellas tardes de excursión campestre en la que éramos tan felices.

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