sábado, 13 de marzo de 2010

A su lado

Prisionero de su esfera me siento, ella es el centro de atención y yo, tan sólo su acompañante ahí están todos saludándola, felices con sólo devolverles el saludo mientras yo permanezco invisible a las miradas de todos, como si su aura me borrara de la vista. Se nos acerca un renombrado actor, la saluda a ella sonriente y luego cuando me saluda a mí la sonrisa se borra de su boca, me fijo y veo envidia en su mirada. Entonces me fijo, no soy invisible a los hombres todos me miran y veo la envidia en sus ojos.

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