El otro día paré a comer a la vera del rio Francolí, al lado del puente que veis en la foto, e igual que Antonio Machado le hizo gracia el olmo viejo, yo he querido anotar en mi blog la tristeza de este puente olvidado, obviamente no tengo la gracia que tenía nuestro gran poeta.
Por él, hace décadas que pasó el último tren y ahora resiste mudo al oxido, me pregunto si algún día este gobierno que abandera el reciclaje y la ecología se acordará que desmontar este y otros puentes que yacen olvidados en nuestros ríos. Digo yo que va siendo hora de devolverle a la naturaleza lo que cogimos sin pedir permiso, digo yo que se podrían hacer muchos coches con todo ese hierro, pero mientras, me pregunto ¿Por qué la riada del 94 respetó este puente al que nadie hubiera echado de menos y algunos hubieran aprovechado la chatarra y sin embargo se llevó a su vecino de hormigón cortando la carretera?
Supongo que, aunque esté viejo y oxidado, lo hicieron bien, es "de la vieja escuela" como se suele decir.
Supongo que, aunque esté viejo y oxidado, lo hicieron bien, es "de la vieja escuela" como se suele decir.
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