Jesús en Cachemira

El otro día soñé que iba por la India, me dirigía al Tibet, pasaba Srinagar un poblado de una región llamada cachemira, me acerqué a los aldeanos para pedirles de comer y donde dormir esa noche.
Cuando voy por la calle veo niños jugando, normal, pero me sorprende ver una niña negra en el grupo, al rato reconozco a la madre entre la multitud, por la pinta y el peinado deduzco que procede del reino de Askum, le pregunto y sorprendida me dice que sí.
-Sí, nací en el reino de Askum en una ciudad llamada Magdala aunque hace muchos años que dejé mi país -¿y por qué?
-Mis padres eran comerciantes que siempre estaban viajando
-Por cierto, mi nombre es Ave Fénix -Encantada, a mi me llaman Maria, Maria de Magdala y mira este que viene por ahí es mi marido. Veo que se nos acerca un hombre que también destaca entre los demás, es muy alto, pelo largo, barba y, por su aspecto es judío.
-Encantado, yo soy Ave Fénix, me dirijo al Tibet
-Es un placer saludar viajeros en este apartado lugar, mi nombre es Jesús ¿es usted romano? -Sí, soy de Tarraco Entonces observo que frunce el ceño.
-Me disculpará pero no guardo gratos recuerdos de los romanos. Y me enseña las cicatrices de sus muñecas automáticamente observo sus pies que tienen idénticas cicatrices además de unos pañuelos en las suelas son prueba inequívoca de que le molestan mucho para andar.
-¿Qué pasó? ¿Te crucificaron?
-Es evidente.
-¿Y por qué? Por intentar liberar a mí pueblo, nací en Nazaret y soy el descendiente legitimo del rey David por eso los romanos me crucificaron
-¿Y como sobreviviste?
-Por que pensaron que ya estaba muerto y no se tomaron la molestia de rematarme, una vez me curé de las heridas vine hasta este pueblo apartado donde poder vivir en paz con mi mujer y mi hija. Luego sueño que prosigo mi viaje pensando en tan peculiar pareja.