morros que casi tocaban la tele, así estaba yo mientras mi padre me regañaba.
Y es que estaba ya harta, harta de que todo el mundo la tomara conmigo,
primero los profesores, esos estúpidos sabelotodo habían sido los primeros en
tomarla conmigo, empeñados en que no atendía en clase sus estúpidas explicaciones
sobre tonterías como la reproducción de los cangrejos o las palabras que llevan hache
o no, seguro que fue otro profesor estúpido-sabelotodo el que inventó una letra que
no se pronuncia.
Después mi madre, quejándose de que se me olvidaba de hacer mis tareas de
casa ¿No se puede una olvidar un día de hacerse su cama? Que la haga ella si tanto le
molesta, a mí no me importa que se quede sin hacer, ni que se quede la ropa en el
suelo tampoco, lo peor es que tenga que soltar siempre “Desde que tienes novio”.
Luego vinieron mis amigas con el rollo “desde que sales con Berto no nos
haces caso”, pues ellas mismas, si no pueden comprender que tengo ganas de estar
con mi novio, si no les gusta como soy que se busquen otra amiga.
Pero no me lo hubiera esperado nunca de mi padre, él nunca se metía en esas
cosas, decía que total para un par de fines de semana que me veía no me iba a
regañar, primero le pareció mal recogerme el Viernes por la noche para que pudiera
pasar la tarde con Berto, pero cuando le pedí que el Domingo me llevara a casa
después de comer ya se enfadó conmigo.
-”Primero tu madre me dejó por otro y ahora tú”
Ahora estaba enfadado conmigo de verdad, total porque he suspendido siete.
-Pero si matemáticas las ha suspendido casi toda la clase y la profe de religión
es tonta, esas dos no tendrían que contar
-Déjate de excusas, si te hubieras esforzado un poco seguro que hubieras
aprobado, por lo menos casi todas
-No te preocupes, que a la próxima las apruebo
-¿Cómo vas a aprobar si pasas de todo?
-¡No paso de todo! ¡Esta mañana me has visto que he estado haciendo un
trabajo de catalán!
-¡Pues eso! ¿Tú crees que después de dos semanas de vacaciones tienes que
hacer el trabajo el domingo que tenemos comida familiar?
-Bueno, pero lo he hecho ¿No?
-Pero lo tenias que haber hecho antes, que hoy era el día de ver y estar con tus
primos, no de estar haciendo el trabajo, aparte que no se deben dejar las cosas para el
último día ¿Si la impresora se llega a quedar sin tinta cómo lo hubieras presentado?
-Pues se lo hubiera dicho a la profe que la impresora se quedó sin tinta y lo
hubiera llevado el martes
Entonces mi padre suspiró, bueno más bien fue un soplido fuerte y largo
-A ver, déjame ver ese trabajo
Me acerco a la mochila de mis cosas, saco el trabajo y se lo enseño, doce
páginas como quería la profesora, a doble espacio y letra 14 porque si no se quedaba
en menos pero de eso no dijo nada.
Se lo enseño y empieza a leer, pero lejos de alegrarse y felicitarme, empieza a
enfadarse aún más, observo como incluso se pone rojo de rabia.
-Ana, pero si has hecho faltas ortográficas hasta en el titulo
-¿Cómo?
-“Trabajo de català” es “Treball de català”
-Bueno sí, no me había fijado, un error lo puede tener cualquiera ¿No?
-Y ¿Profesor: Rosser?
-Sí ¿Qué tiene de malo?
-¿Es profesor o profesora?
-Bueno ¿Qué más da?
-Seguro que a ella sí le importa, igual que seguro que también le molesta que
hayas escrito mal su nombre porque se escribe “Roser” ¿Cómo quieres que te
apruebe si no eres capaz de poner bien su nombre?
Después de decir eso me tiró el trabajo y dijo:
-Está bien, dame la mora negra
-¿Cómo?
-¡Ya me has oído!
-Pero ¡No me la puedes quitar! ¿Cómo podré hablar con Berto sin ella?
-Haberlo pensado antes
Mi padre, me miraba con la mano extendida para que depositara en ella mi
aparato más preciado, con ella podía estar chateando con Berto las largas horas que
pasaba sin él, sin mi Black Berry serían eternas.
-Papá, no me puedes dejar sin ella, sabes que en casa de la mama no tenemos
Internet, sin ella no podré chatear con mis amigas
-Esto funciona así: No hay esfuerzo, no hay recompensa, si te esfuerzas y
apruebas, tendrás recompensa, quién algo quiere, algo le cuesta
-Esta bien, te prometo que me esforzaré más y aprobaré pero no me la quites
-Ya te he dado demasiados votos de confianza, confíe en ti cuando me jurabas
que sacaste el movil en clase para mirar la hora ¿A qué si?
-Pero esta vez te lo prometo de verdad ¡No ves que si me quitas la BB mis
amigas me dejaran de lado?
-Ya las has dejado tú a ellas, por lo que tengo entendido
-¿Y si por culpa de no poder chatear perdemos el contacto con Berto y me deja?
-Pues te habré hecho un favor
-¿Cómo puedes decir eso?
-Si eso es lo que vales para él, mejor que lo dejéis cuanto antes
-¡No puedes hablar en serio!
Después de decir eso, no aguanto más y me voy llorando a mi habitación, él por
lo visto no ha tenido bastante y golpea la puerta.
-¿Me darás la mora negra por las buenas o tendré que llamar a bloquearla?
Abro la puerta y la cojo en la mano para dársela.
-Si me la quitas, te odiaré siempre
-Prefiero hacer lo correcto y que me odies a que me quieras mucho y dejarte
hacer lo que te de la gana
Se la dejo en la mano y cierro la puerta de un portazo.
Hola, Francisco, soy tu compañera de curso, Ulla. He entrado varias veces en el portal para ver si habían colgado los comentarios del tema 12 pero no están y teóricamente el curso ya ha terminado. ¿ Sabes qué pasa?
ResponderEliminarPor cierto, me uno a tu blog, está muy bien Yo también tengo uno y voy colgando algunos de los relatos o cuentos que escribo, no todos.Pásate si quieres y dame tu opinión.
Un saludo.
Vaya, que intenso, pero tan real como que esto pasa todos los días en todas partes.
ResponderEliminarBesos, he disfrutado leer este escrito y me has dejado pensando en muchas cosas.
Hola Ulla, supongo que te habrás dado cuenta que ya ha colgado los comentarios de los últimos temas, por cierto, tomo nota de tus blogs, ya me iré pasando de vez en cuando
ResponderEliminarGracias Mina, yo también disfruto mucho con lo que escribes y la verdad es que es, demasiado real.