Como siempre, los países del norte de Europa dan un ejemplo de como debe ser la democracia que no olvidemos que quiere decir: el gobierno del pueblo.
Ahora en Islandia pretenden sentar en el banquillo al ex-ministro Haarde por su gestión de la crisis ya que: “A pesar de los avisos recibidos entre otros por el Banco Nacional, Haarde no adoptó ninguna medida para reducir los efectos del colapso antes de que éste se produjera ni presionó a los bancos para vender sus activos y disminuir los riesgos, según el fiscal, quien no especifica ninguna pena concreta para el delito.”
En España estamos acostumbrados a ver denuncias por negligencia a médicos, a mecánicos, etc. Incluso hay una legislación por la que un accionista puede acusar de negligencia a los directivos de una gran empresa, sin embargo las leyes (echas por los políticos) eximen a los políticos de cualquier responsabilidad aun cuando el pueblo somos “accionistas” del estado y ellos, los directivos encargados de gestionar “la empresa España”.
Además, Haarde será juzgado por un tribunal especial: El Landsdómur que está formado por 15 personas: cinco jueces del Tribunal Supremo, un presidente de un tribunal de primera instancia, un catedrático de derecho constitucional y ocho ciudadanos designados cada seis años por el Parlamento. Eso garantiza que haya jueces entendidos en toda clase de leyes pero que la mayoría (8 de 15) sean ciudadanos normales.
Pienso que deberíamos inspirarnos en Islandia y no dejar que los políticos se sigan considerando dueños de sus actos y de sus cuotas de poder en lugar de administradores de bienes ajenos (nuestros bienes).
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