miércoles, 22 de junio de 2011

Diario de un enfermo III


Mientras salí a fuera recordé que fue lo que me dijo un fisioterapeuta ¿o es osteopata? Que visité, pero claro sé muy bien lo que me habrían dicho si lo hubiera siquiera comentado: “Eso no es un médico” “La osteopatía no es una ciencia” Pero mira por donde iba a tener razón.

Después de esperar un buen rato me visitó la neuróloga con la que volví a empezar desde el principio de la historia, me hizo tumbarme en la camilla en calzoncillos y primero repitió el juego del martillo de goma para coger después el palito que de niño usaban los médicos para metértelo en la boca y decirte “di Ah” y luego (generosamente) te lo regalaban, lo partió por la mitad y se dedico a buscarme las cosquillas, cuando se asomó a la planta del pie, yo pensé “Que patada se va a llevar en los morros” pero no, aunque se puso encima y la otra había saltado más de dos palmos, no se llevó la patada, se ve que sabía lo que hacía.

Tiró el palito a la papelera (ni me lo ofreció siquiera) y me dijo:

-Olvidate de irte de aquí, a partir de ahora estas ingresado, vamos a hacerte más pruebas hasta que sepamos seguro que tienes.
-Tranquila, no había hecho planes para hoy, yo lo que quiero es saber que me pasa

Se fue y me quedé solo, preocupado pero aliviado, no me preocupaban las pruebas que me hicieran, pronto sabría que me pasa por fin.

Pasó un buen rato hasta que apareció una enfermera

-Menos mal que te encuentro, llevo más de una hora llamándote por megafonía
-Si me hubieran dicho que esperara en la sala de espera, hubiera esperado allí pero la doctora me dijo que de aquí no me moviera
-Ya, pero a mi no me lo han dicho y llevo una hora buscándote, vamos a ingresarte pero de momento en planta no hay ninguna habitación libre por lo que te dejaremos en un box hasta que quede un cama libre
-Oye, yo vivo aquí cerca si queréis cuando esté la cama libre me llamáis y vuelvo
-No, esto no funciona así – me contestó con una sonrisa

Me acercó hasta el Box 15 y tuvo la santa paciencia de recorrer toda las urgencias a mi paso de tortuga. Un Box es donde atienden a los enfermos en urgencias, son pequeños habitáculos con puerta pero al fondo habían unos enormes huecos que conectaban unos boxs con otros sin ningún tipo de cerramiento, una camilla, una silla y una mesa de hospital eran el único mobiliario.

La misma enfermera que me acompaño no tardó en venir con un carro con el que me hizo el electrocardiograma y me sacó sangre, o sea lo que en el dispensario de mi pueblo tardaban más de tres semanas. De paso, me dejó una vía, eso quiere decir una aguja clavada con un enchufe rápido y aguantada con esparadrapo para que no se escape.
-Eso va muy bien, lo hacemos para no tenerte que estar pinchando todo el rato cada vez que tengamos que inyectarte algo

A ellas les va muy bien pero para mi tener que dormir con una aguja pegada con esparadrapo en el brazo me parecía peligroso.

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