La primera fue aquella vez en que un vecino mio sustrajo una botella de ginebra de su garage, DRY 1000 una marca que no la conoce ni el buscador de google, nos la bebimos entre los cuatro amiguetes, aquella noche, la liamos parda pero no voy a andaros con detalles porque son de aquellas historias que nadie explica por mucho que todos nos acordemos, diré eso sí que fue mi primera borrachera y seguramente, una de las más bestias.
Entonces miro al firmamento, aunque en Tarragona las estrellas también se olvidan de salir, hay una que resiste ahora y siempre a la contaminación lúminica, la estrella polar pensareís y teneís razón pero yo pienso que debió ser la que llamaba a un amigo mio que se metió a nadar mar adentro buscandola en la noche más extraña que recuerdo.
La siguiente, no recuerdo mucho lo que hice, supongo que porque no fue nada especial, sí recuerdo que acabe en el coche haciendo el amor por primera vez con la chica que hacía poco había empezado a salir y que luego fue mi mujer durante algunos años.
Tambien recuerdo que una noche metimos un 2CV, dentro de la hoguera. Cuando la llamas bajaron se veía perfectamente el esqueleto del coche y la gente alucinaba mientras nosotros disimulamos, hoy día estan prohibidas las hogueras y las que permite el ayuntamiento son de leña y no de trastos viejos como deberían ser.
Siempre recuerdo las hogueras que se hacían, y pasar la noche alrededor del fuego y el mar, es una pena que las prohiban.
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