martes, 14 de diciembre de 2010

Historia de Phoenix XIV


En un descanso del camino se les apareció Alvarie, era un duende aunque mucho más alto, con el pelo largo, traje granate muy ostentoso, con una careta a juego que no le dejaba ver la cara, igual porque un experimento le salió mal y le deformó la cara o porque alguien más poderoso que él lo anda buscando, en la mano lleva el bastón símbolo de su poder.

-¿Que ha pasado?
-Majestad, se nos escapó
-Inútiles, no tenéis ni idea de lo importante que era esto
-Lo sentimos señor, no volverá a suceder
-Claro que no volverá a suceder

Y con un movimiento de su varita los transformó en dos trols

-Ahora, volved con los trols que de ahora en adelante serán vuestra familia; y ahora ¿A quién encargo esta misión?



Movió otra vez su varita y al momento apareció una elfa, los elfos son altos parecen humanos pero con las orejas puntiagudas , esta era morena con el pelo ondulado muy largo, sus ojos eran grandes, sus nariz chata, llevaba un vestido blanco vaporoso y unas botas altas hasta por encima de las rodillas, unos guantes a juego cerraban el vestuario

-Si mi amo
-Quiero que bajes al bosque de las cuatro encinas y averigües como se llama ese ave fénix y por qué se ha quedado por aquí
-¿Por qué tanta preocupación? Todos sabemos que pronto partirá siguiendo su camino
-No si lo podemos capturar antes, por eso debes ganarte su confianza para poder tenderle una trampa
-Como desees, amo
Alvarie desapareció y la elfa siguió el camino de vuelta a nuestro bosque, nosotros esperamos un rato para que no nos viera y volvimos volando.

-Quieres que te acompañe a algún sitio
-No, mejor me quedo a dormir contigo
-Vale pero primero echaremos un vistazo a ver que hacen los trols

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